El Castelo de Saõ Jorge está situado en una colina en vez de a orillas del rio Tajo. Y sus torres sirven de punto de referencia para orientarte porque se ven de todos lados, aun en las noches, por las luces que le han puesto durante las fiestas navideñas. El día que fuimos a verlo hizo un día precioso con sol y no muy frío, así que disfrutamos caminando por sus murallas y tomando fotos de la vista de la ciudad.
A primeras, el castillo no parece una fortaleza, porque tiene unos espacios de luz y sombras como los de un parque amurallado y se siente bastante paz en el lugar, a pesar de que se ven los cañones cada dos o tres metros. Hay muchos olivos, un árbol que no me era familiar, y aunque el castillo fue reconstruido en tiempos modernos, uno se puede transportar a la época cuando los moros lo construyeron ―Pues sí, fueron ellos, cuando tomaron al ciudad por allá en el año 711.
Caminando por las veredas que preceden a las torres del castelo me topé con esta poesía de Sophia de Mello Breyner. Me dio curiosidad saber qué decía, así que entre Altin y yo ―con mi muy limitado francés― nos dimos a la tarea de traducirla. Ya les digo que es muy difícil trabajar con poesía porque el lenguaje no es literal, pero el momento fue muy especial. Esta poetisa, nacida en la ciudad de Porto, se expresa de Lisboa como el que la absorbe por primera vez. Y así mismo me sentía yo, queriendo absorber todo a mi alrededor. Es una de las cosas que me gusta de visitar Europa, no porque sea glamuroso ―Lisboa no lo es― sino porque me da la oportunidad de intentar viajar en un tiempo emocional que no puedo reproducir en lugares con menos historia. ―Como comparar el castillo de la Cenicienta con el Castillo del Morro. Hay una inmensa diferencia, aunque el primero sea divertido. Aquí estaba rodeada de una historia que, aunque desconocía, me llenó de emoción. Y al descubrir lo que decía ella en su poesía me la imaginé ―a Lisboa― idealizada.
Me tomé la libertad de traducirla al español del original en portugués, y que me perdonen los que la conozcan si he cometido algún error. Por alguna razón, en el castillo, estaba resumida y en francés. Pero aún así en aquel momento ―apenas leyéndola en fragmentos― la pude sentir. A ustedes se las dejo completa para que la puedan disfrutar también.
Lisboa
Digo: "Lisboa"
Cuando atravieso - desde el sur - el río
Y la ciudad a que llego se abre como si de su nombre naciese
Se abre erguida en toda su extensión nocturna
En su brillante y largo azul el río
En su cuerpo amontonado de colinas
- Lo veo mejor, porque lo digo
Todo se muestra mejor porque lo digo
Todo se muestra mejor en su estar y en su carencia
Porque digo
Lisboa, con su nombre de ser y no ser
Con sus meandros de espanto insomnio y hojalata
Y el secreto resplandor de cosas de teatro
Su cómplice sonrisa de intriga y máscara
Mientras que en el Oeste el inmenso mar se ensancha
Lisboa oscilante como un gran barco
Lisboa cruelmente construida a lo largo de su propia ausencia
Digo el nombre de la ciudad
- Digo para ver
Y la ciudad a que llego se abre como si de su nombre naciese
Se abre erguida en toda su extensión nocturna
En su brillante y largo azul el río
En su cuerpo amontonado de colinas
- Lo veo mejor, porque lo digo
Todo se muestra mejor porque lo digo
Todo se muestra mejor en su estar y en su carencia
Porque digo
Lisboa, con su nombre de ser y no ser
Con sus meandros de espanto insomnio y hojalata
Y el secreto resplandor de cosas de teatro
Su cómplice sonrisa de intriga y máscara
Mientras que en el Oeste el inmenso mar se ensancha
Lisboa oscilante como un gran barco
Lisboa cruelmente construida a lo largo de su propia ausencia
Digo el nombre de la ciudad
- Digo para ver
SIIIIIIIIIIIIIIIIIII yo estudié eso en historia d España. Lo de los moros pero ya no recuerdo casi... me gusta la segunda foto que pusiste... se ve bien lindo.
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