viernes, 7 de enero de 2011

Pero, ¿por qué no cogimos el elevador?

Hay tres de estos elevadores en la ciudad: el Elevador da Bica, el Elevador de Larva, y el Elevador da Gloria. Y es que algunas de las calles de Lisboa son súper empinadas y peligrosas por lo resbaladizas que pueden ser. Caminando por la ciudad nos encontramos en lo alto del Elevador da Gloria, pero estaba en el receso (suben y bajan cada 10 minutos). Altin me dijo que mejor bajábamos a pié poquito a poco por la acera/escalera, que no era mucho el tramo. Yo me sigo preguntando que para qué le hago caso, pero ese es parte del trato; unas veces a su manera y otras veces a la mía. Esta vez le tocó a él.

¡La bajada era empinada de verdad! Pues claro, por algo fue que se inventaron los elevadores estos ¿no? Pero mientras bajábamos, y yo me concentraba en no resbalar por la acera de piedritas estilo mosaico que hay por todos lados, descubrí una exhibición urbana de arte graffiti que me pareció interesante. Aquí les muestro algunas de las obras.
Esta última fue mi favorita, y si hubiésemos bajado en el elevador seguro que me pierdo la exhibición, así que no fue del todo malo. Pero mis pies ya estaban cansados - una constante durante el viaje - por culpa de las piedritas. Luego de pasar la exhibición no tenía otra cosa en qué pensar que no fuera evitar bajar rodando calle abajo. ¡Ah, por fin veo el final de la bajada! Pies destrozados y todo pero llegué abajo en una pieza. Y la próxima vez toca a mi manera, cómodamente sentada en el elevador.

2 comentarios:

  1. Pensaba q te ibas a caer chica jajajaja hubieras cerrado con broche de oro :-)

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  2. Créeme que si me hubiese caído por ahí el broche de oro me iba a salir bien doloroso. jajaja

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