Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar el jardín botánico de Montreal por primera vez. Y aunque ir a ver plantas no suena particularmente excitante, créanme que vale la pena. Allí han sabido jugar con la vegetación y la naturaleza para crear verdaderas obras de arte entre jardines y esculturas. Ese día estaba soleado y el calor era verdaderamente intenso, pero fue preferible a la lluvia de días anteriores que nos hubiera arruinado el día. Así que cuando el calor apretó decidimos refugiarnos del sol en el insectario que está dentro del parque, y de una vez descubrir nuevas criaturas que, siendo muchas veces tan extrañas, no podríamos encontrar en nuestro medio ambiente. Allí en el insectario hay de todo, desde mariposas hasta los insectos más extraños.
La mayoría de las exhibiciones son de insectos montados, pero también tienen unas cuantas exhibiciones de insectos vivos en diferentes hábitats. Los más interesantes para mí, por lo ingenioso de su forma, son los insectos palo, o insectos hoja; esos que hay que esforzarse para verlos ya que su camuflaje es casi perfecto. Uno de esos insectos en exhibición viva es el “Extatosoma tiaratum”, un insecto hoja gigante endémico de Australia que primero te confunde con su apariencia de hojas secas y luego te mete una mezcla de miedo y sorpresa cuando te das cuenta de que se mueve y que no es una planta.
De niña siempre me intrigaron los insectos y otros animales de jardín. Me la pasaba persiguiendo saltamontes, mariposas, lagartijos, libélulas y ¡hasta sapos! Y ahora estaba viendo ese animal, que parece planta, de apariencia dura y peligrosa moviéndose lentamente sobre la mano de esta chica de rostro amigable que nos invitaba a que, al igual que ella, lo dejáramos caminar sobre nuestra mano.
Varios minutos antes había llamado a mi hermana vía skype, aprovechando el wi-fi gratis, y le había ido mostrando las exhibiciones según las descubría yo. Entonces allí, aprovechando la oportunidad, con celular en mano, mi hermana en él, y viendo como ese súper insecto se movía lentamente, decidí cogerlo yo también. ¿O sería nada más por ver y escuchar la reacción de Gretchen? El episodio fue súper divertido porque todo pasó al mismo tiempo en tan sólo unos segundos. La chica me pasaba el animal, o más bien lo dejaba caminar desde su mano hasta la mía, como una hormiga gigantesca que va muy cansada y no puede ni con el alma. Al mismo tiempo yo le traducía a mi hermana la explicación que me estaba dando la chica y ella, Gretchen, de cuando en cuando interrumpía gritando ¡uy! ¡ah! ¡ay fo! a través del teléfono como si fuera a ella a quién le estaban dando el insecto. La chica del insectario estaba encantada de vernos compartir la experiencia. Seguro que nuestra reacción fue graciosa para ella.
El insecto se mueve bien despacio y contrario a la impresión que da, tiene el cuerpo muy frágil y delicado. La chica también nos comentó sobre su comportamiento y modo de defensa, porque aparte de pasar desapercibido confundiéndose con la vegetación, también, si es molestado, curva la parte posterior del cuerpo para dar la impresión de que fuera un escorpión. Sus movimientos son más lentos a medida que crece y a veces parece que camina borracho. Esto último para imitar el movimiento de las hojas con el viento.
Luego del suceso me quedé pensando sobre las pocas probabilidades de una situación tal en tiempos pasados. Estaba viviendo una experiencia, de hecho poco común dado que el animalito es australiano, y al mismo tiempo compartiéndola con mi hermana en Puerto Rico. Gracias a la tecnología pudimos lograr ese momento de adrenalina más o menos contenida, porque no se crean, yo también le tenía miedo al “súper insecto hoja”.
La mayoría de las exhibiciones son de insectos montados, pero también tienen unas cuantas exhibiciones de insectos vivos en diferentes hábitats. Los más interesantes para mí, por lo ingenioso de su forma, son los insectos palo, o insectos hoja; esos que hay que esforzarse para verlos ya que su camuflaje es casi perfecto. Uno de esos insectos en exhibición viva es el “Extatosoma tiaratum”, un insecto hoja gigante endémico de Australia que primero te confunde con su apariencia de hojas secas y luego te mete una mezcla de miedo y sorpresa cuando te das cuenta de que se mueve y que no es una planta.
De niña siempre me intrigaron los insectos y otros animales de jardín. Me la pasaba persiguiendo saltamontes, mariposas, lagartijos, libélulas y ¡hasta sapos! Y ahora estaba viendo ese animal, que parece planta, de apariencia dura y peligrosa moviéndose lentamente sobre la mano de esta chica de rostro amigable que nos invitaba a que, al igual que ella, lo dejáramos caminar sobre nuestra mano.
Varios minutos antes había llamado a mi hermana vía skype, aprovechando el wi-fi gratis, y le había ido mostrando las exhibiciones según las descubría yo. Entonces allí, aprovechando la oportunidad, con celular en mano, mi hermana en él, y viendo como ese súper insecto se movía lentamente, decidí cogerlo yo también. ¿O sería nada más por ver y escuchar la reacción de Gretchen? El episodio fue súper divertido porque todo pasó al mismo tiempo en tan sólo unos segundos. La chica me pasaba el animal, o más bien lo dejaba caminar desde su mano hasta la mía, como una hormiga gigantesca que va muy cansada y no puede ni con el alma. Al mismo tiempo yo le traducía a mi hermana la explicación que me estaba dando la chica y ella, Gretchen, de cuando en cuando interrumpía gritando ¡uy! ¡ah! ¡ay fo! a través del teléfono como si fuera a ella a quién le estaban dando el insecto. La chica del insectario estaba encantada de vernos compartir la experiencia. Seguro que nuestra reacción fue graciosa para ella.
El insecto se mueve bien despacio y contrario a la impresión que da, tiene el cuerpo muy frágil y delicado. La chica también nos comentó sobre su comportamiento y modo de defensa, porque aparte de pasar desapercibido confundiéndose con la vegetación, también, si es molestado, curva la parte posterior del cuerpo para dar la impresión de que fuera un escorpión. Sus movimientos son más lentos a medida que crece y a veces parece que camina borracho. Esto último para imitar el movimiento de las hojas con el viento.
Luego del suceso me quedé pensando sobre las pocas probabilidades de una situación tal en tiempos pasados. Estaba viviendo una experiencia, de hecho poco común dado que el animalito es australiano, y al mismo tiempo compartiéndola con mi hermana en Puerto Rico. Gracias a la tecnología pudimos lograr ese momento de adrenalina más o menos contenida, porque no se crean, yo también le tenía miedo al “súper insecto hoja”.
¿Y tú, te atreverías a dejarlo caminar sobre tu mano?
Aquí está un video para que vean cómo se mueve:
http://www.youtube.com/watch?v=9F5wpY1eN-E
Ojo: ¡El insecto No es el de la foto de arriba!
Foto arriba: Insecto palo: Phobaeticus serratipes
Dirección del Jardín Botánico: 4581 Rue Sherbrooke Est, Montréal, QC
Enlace sobre las exhibiciones en el insectario de Montreal: http://espacepourlavie.ca/collections-insectarium/extatosoma-tiaratum
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Ahora cuéntame tú una historia... O coméntame de la mía, me encantará leer tu opinión.